La Política y El Periodismo

Alguna vez un político por llamarlo de cierta forma dijo: "Que nos gobiernen las prostitutas porque sus hijos nos han defraudado"

Y es que no es para nadie desconocido que el tipo de ejercicio de "la democracia" en varios pueblos del mundo deja mucho que decir y no para bien o para mal, sino para reflexionar, analizar y hacer propuestas de cambio más viables. En donde no solo se analicen las personas sino más bien los procesos parten de nuestro sistema de convivencia como sociedades.


Esta semana concluyeron las inscripciones de las candidaturas para los cargos de Alcaldes, Concejales, Prefectos y Consejeros; para las próximas elecciones que se realizaran, en donde el H. Congreso Nacional (esa H debería referirse a honorable, pero la verdad a veces pienso que esa letra se le ha extraviado la P de junto)no ha definido los procedimientos de asignación de escaños de sus ganadores. Y al analizar las personas que en los últimos años vienen participando de diferentes procesos electorales, podemos observar la poca calidad de las acciones y la gran cantidad de inacciones que se cometen o dejan de hacer por parte de una nueva ola de "politiqueros nuevos", en donde al ya sumado problema de falta de educación de los votantes se incorpora el de la manipulación de presentadores o comunicadores sociales, en gran parte periodistas.

Estos últimos sin ningún reparo de responsabilidad, por la opinión que expresan a diario en el relato "imparcial" de los hechos, dan a notar el divorcio consumado entre la ética que deberían practicar por su profesión y el populismo logrado por la aparición en ocasiones a diario en los medios de comunicación donde laboran. Para de esta manera aprovecharse y explotar o peor aún en muchos casos que esa imagen sea explotada por partidos políticos desgastados (escasos de cuadros nuevos, resultantes de procesos de renovación de liderazgos), de los vendados ciudadanos que no pueden darse cuenta de la manipulación de los tuertos (o turcos en el caso ecuatoriano), del abuso y engaño que se está fraguando para poner en altos cargos de dirección de la cosa pública a gente sin experiencia en el buen desempeño de la política en su mayor grado de expresión.

Cantantes, deportistas o militares desgastados son una muestra que la política no se idealizo para los improvisados y los periodistas deben darse cuenta a tiempo del error que cometen al participar sin ningún reparo de procesos eleccionarios empeora la situación del vendaje sobre nuestros ojos, que han venido imponiendo desde hace mucho tiempo los politiqueros de siempre.

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